Un decantador de vino es un tipo de jarra muy delicada y hermosa que se usa para servir vino. Si no eres muy experto/a en la materia es normal que te preguntes por qué en algunas ocasiones se usa este tipo de recipiente para servir el caldo y no se realiza esta acción directamente desde la botella.
Para adelantarte la respuesta, debes saber que los decantadores son mucho más que jarrones bonitos y que en realidad cumplen varias funciones específicas e importantes que harán de la degustación mucho más placentera. A lo largo de este post podrás enterarte del resto, así como descubrir el origen de este recipiente tan peculiar.
¿Qué es un decantador de vino?
El decantador es un recipiente, jarra o garrafa elaborada de cristal que se caracteriza por tener el cuello estrecho y la base muy amplia. Su principal uso es contener los caldos, como los que puedes encontrar en nuestras cestas de Navidad con vinos, que se vierten directamente de la botella con el objetivo de oxigenarlos o airearlos.
De igual forma, sirve para poder tomar el vino sin los posos o sedimentos que puede llegar a desprender la bebida.
Origen del decantador de vino
Acerca del origen del decantador de vino la mayoría de los historiadores coincide en que el objeto data del Antiguo Imperio Romano. En aquel entonces, los romanos utilizaban ánforas de barro para depositar dicha bebida y posteriormente servirla directamente del recipiente.
Más adelante es esta misma civilización la que crea los decantadores de cristal usando la técnica de soplado que hasta la actualidad se emplea para elaborar estas jarras.
Si bien en el pasado los decantadores eran más sencillos, al día de hoy, gracias a todo el conocimiento que se tiene sobre enología, se fabrican con diseños y formas que además de mejorar su estética optimizan la degustación del vino.
Tipos de decantadores
En el mercado es posible encontrar decantadores con diversas formas: estándar, largo, cisne, pato… Independientemente de este hecho, estos recipientes pueden ser de los siguientes tipos:
Decantadores de vino de máxima oxigenación
Los decantadores de máxima oxigenación se caracterizan por tener boca ancha y paredes con curvas marcadas que han sido diseñadas para que el vino rompa en ellas mientras es vertido, para que así pueda oxigenarse o airearse. Es por esto último que también se les conoce con el nombre de aireadores.
Decantadores de vino de mínima oxigenación
Al contrario de los decantadores de máxima oxigenación, los de mínima tienen la boca más estrecha y sus paredes no tienen curvas tan pronunciadas. De esta forma se evita que el vino rompa y que, por ende, no haya una oxigenación no deseada.
¿Cuándo debe usarse un decantador?
Existen diferentes escenarios en los cuales es necesario usar un decantador. En todos estos el aspecto en común es que las botellas tienen muchos años guardadas o se trata de vinos de Gran Reserva. Por ejemplo, si no has usado los vinos que recibiste en los lotes de Navidad del año pasado, puedes decantarlos.
En tal sentido, los escenarios son los siguientes:
Cuando el vino tiene olor a reducido
En palabras sencillas, cuando se habla de un vino con olor a reducido se hace referencia a caldos que por falta de oxigenación no han logrado desarrollar sus matices olfativos. Te darás cuenta de ello si al descorchar la botella ni el corcho ni la bebida desprenden los olores a uva o barrica característicos.
En este caso es necesario usar un decantador, preferiblemente de máxima oxigenación. Este proceso también es conocido como trasvasar.
Cuando el vino tiene posos
Los posos no son más que sedimentos sólidos y cristalinos que con los años va desprendiendo el vino. Estos residuos naturales no son dañinos, al contrario, tienen buenas propiedades para la salud.
No obstante, su presencia le resta nitidez y estética al caldo e impide que la degustación de la bebida sea completamente agradable. En este caso se usa el decantador de vino para poder consumirlo libre de partículas sólidas.
¿Cómo decantar un vino correctamente?
Decantar el vino no es tan difícil, sin embargo, es necesario seguir algunas recomendaciones importantes para que el proceso sea exitoso y así poder disfrutar de una bebida exquisita. Antes de comenzar con esta acción se aconseja poner la botella en posición vertical por al menos 60 minutos para garantizar que los posos queden en el fondo.
Pasado este tiempo, ya puedes comenzar con la decantación:
Envinar el decantador
Lo primero que debes hacer es envinar el decantador. Para ello debes verter una pequeña cantidad de vino en el recipiente y agitarlo suavemente en su interior hasta lograr que las paredes sean cubiertas. Esta acción se realiza con la intención de perfumar el decantador antes de poner el resto de líquido que queda en la botella.
Esta pequeña cantidad de caldo debe ser retirada porque pudo haber recogido algunas gotas de agua o partículas de polvo que pudieran estar dentro del recipiente.
Decantar el vino
Ya puedes comenzar a decantar. En este caso debes evitar que el cuello de la botella toque el cuello del decantador. Seguidamente, debes empezar a verter el vino con delicadeza, pero a una velocidad constante, dentro del recipiente. Con esto evitarás que pequeñas cantidades de posos se mezclen con el líquido.
Asegúrate de que el caldo se deslice por las paredes del recipiente así harás una decantación correcta. Luego, deja airear de entre 20 y 40 minutos y el vino habrá quedado listo para ser servido.
No se decanta toda la botella
Siempre debes dejar en la botella un par de dedos de vino, puesto que en esta porción de líquido quedarán acumulados todos los posos que desarrolló la bebida.