Acerca del maridaje, existen claras reglas ya muy bien conocidas por los amantes del buen vino y de la buena gastronomía: los vinos tintos van con carnes, los blancos con pescados y los rosados mejor con postres. No obstante, actualmente en el arte del maridaje ya las cosas no son solo blancas o negras, sino que en el medio existe una amplia escala de grises que permite hacer combinaciones extraordinarias entre caldos y alimentos.
Pero, para hacerlas correctamente y obtener los mejores resultados es preciso conocer todos los secretos del maridaje, ¿quieres descubrirlos? Por suerte, aquí te los contamos.
¿Qué es el maridaje?
En primer lugar, es importante dejar claro qué es el maridaje, solo así podremos entender qué es maridar y aplicar sus secretos correctamente. Por ejemplo, el diccionario Oxford Languages and Google establece como una de sus definiciones que el maridaje es la “unión íntima y armoniosa de dos cosas entre sí”. Por su parte, Wikipedia nos dice que el maridaje del vino consiste en “unir un alimento con un vino con la intención de realzar el placer de comerlos”.
En otras palabras, maridar es la combinación entre comidas y vinos con el objetivo de que las propiedades organolépticas de ambos sean potenciadas y, en consecuencia, se incremente el disfrute.
Secretos en el maridaje de vinos
Bien sea que tengas vinos en casa o que hayas recibido lotes de Navidad con vinos, estos secretos que compartiremos contigo te ayudarán a realizar el maridaje perfecto:
El vino tinto no es exclusivo de las carnes rojas
Como norma general, se nos ha enseñado que el vino tinto marida con las carnes y que el blanco con el pescado y, aunque no es falso, tampoco lo es que estos caldos no son exclusivos de estos alimentos. De hecho, esta creencia absoluta muchas veces impide que podamos experimentar y disfrutar de otras combinaciones, bien sea por el temor a incumplir con las reglas o por miedo a quedar mal.
En este sentido, si se puede combinar vinos blancos con carnes y vinos tintos con pescados, el secreto está en saber hacer la elección correcta y para esto hay que tomar en cuenta la armonía entre los elementos que participan en la unión.
¿Qué es la armonía en el maridaje de vinos?
La armonía hace referencia a elegir vinos y alimentos que no se opaquen entre sí, sino que al contrario, se realcen el uno a otro. Es por eso que los vinos tintos intensos suelen maridar con carnes también de sabor contundente.
Sin embargo, hacer una buena armonía también nos permite combinar perfectamente un vino tinto con alta acidez, alta salinidad, bajo grado alcohólico y baja astringencia con un plato de pescado de sabor más suave, e incluso, con algún dulce.
Los contrastes para hacer el maridaje perfecto
Es bien sabido que al momento de hacer el maridaje se deben combinar vinos con alimentos que tengan aromas y gustos similares a los de la bebida, esta unión no falla, no obstante, por contraste también se puede hacer un maridaje perfecto, siempre y cuando se mantenga la armonía.
En este caso, la unión se hace entre vinos y comidas con propiedades organolépticas diferentes e incluso, opuestas. Aunque muchos piensen que el resultado puede ser desagradable, la verdad es que se puede llegar a crear una experiencia culinaria muy placentera.
El secreto está en conseguir el punto común entre las diferencias. Ejemplos prácticos de esto es el maridaje entre el vino blanco con platos picantes o la combinación de vinos dulces con quesos salados.
Platos autóctonos con vinos regionales
Si te has decantado por un plato típico o autóctono de alguna región determinada, entonces la clave está en elegir un vino regional, ya que estos suelen hacerse con materias primas propias de la zona, así como con procedimientos tradicionales.
Esto sin dudas crea una verdadera experiencia gastronómica que además, tiene valor agregado, por lo que en este sentido, es mejor irse por lo seguro.
Con la selección de vinos que vienen en nuestras cestas de Navidad podrás poner a prueba todos estos secretos del maridaje.