El vino es una bebida icónica que ha cautivado a la humanidad durante siglos, no solo por su exquisito sabor, sino también por todas sus propiedades para la salud. A lo largo del tiempo, han surgido numerosos mitos del vino, algunos de los cuales persisten hasta el día de hoy.
Por suerte, ha llegado el momento de desmentirlos para que puedas degustarlo y disfrutarlo como es debido. Así que sin más nada que decir, comenzamos de inmediato con los 10 mitos más extendidos alrededor de este caldo.
1. El vino viejo siempre es mejor que el joven, uno de los mitos del vino más extendidos
Si bien algunos vinos mejoran con el tiempo, es importante saber que no todos los caldos están destinados a ser envejecidos. Por ejemplo, los vinos jóvenes, frescos y frutales a menudo se disfrutan mejor sin envejecimiento, mientras que ciertos vinos tintos de alta calidad pueden beneficiarse de una crianza en barrica y añejamiento en botella.
2. El vino tinto es más fuerte que el vino blanco
Este es un mito bastante extendido, al punto que quienes toman poco alcohol eligen un caldo blanco con la seguridad de que es menos fuerte, cuando la realidad es que la fortaleza del vino no está determinada por su color. Esto tiene que ver directamente con la graduación alcohólica, la que varía en función de aspectos como la cepa de la uva, el proceso de fermentación y el añejamiento.
En consecuencia, hay vinos tintos más fuertes que los blancos y viceversa.
3. Los vinos con cierre de tapa de rosca son de mala calidad
Aunque el corcho es el cierre tradicional de las botellas y todavía se utiliza en la mayoría de vinos, entre ellos, los de máxima calidad, existen otras opciones de cierre, como la tapa rosca, que son igualmente efectivas.
De hecho, los tapones de este tipo y los tapones sintéticos han demostrado ser exitosos para preservar la calidad del vino y evitar la oxidación, por lo que muchos viñedos de prestigio también se atreven a cerrar las botellas de sus caldos más finos y caros con este tipo de tapas.
4. Los vinos orgánicos siempre son superiores, uno de los mitos del vino que cobra más fuerza
Los vinos orgánicos son aquellos que se elaboran exclusivamente con uvas orgánicas (cultivadas sin pesticidas ni fertilizantes químicos) y que deben cumplir con una serie de condiciones para recibir tal certificación. Estos los puedes encontrar en nuestras cestas de Navidad personalizadas y se caracterizan por ser exquisitos.
Pese a que es cierto que este tipo de caldo es de los de mejor calidad que podrás consumir, también es verdad que existen vinos no orgánicos iguales o mejores que los que sí son. Es que, en este caso, la calidad depende de múltiples factores, incluidas las prácticas enológicas y la habilidad del enólogo.
5. Tomar vino tinto hará que te duela la cabeza
Muchas personas se cohíben de disfrutar de un buen vino por el temor de que luego les duela la cabeza, cuando la realidad es que el consumo de este caldo no está relacionado con las cefaleas u otros malestares.
Aunque se ha dicho que son los sulfitos del vino los responsables de los dolores de cabeza, la verdad es que son muchas otras las causas las que los pueden desencadenar, entre ellas la graduación de alcohol del caldo y la falta de moderación en el consumo.
6. El vino es solo para paladares expertos
Este es uno de los mitos del vino más extendidos y también de los más absurdos que existen. Al contrario de lo que muchos piensan, el vino es una bebida que puede disfrutar cualquier persona, independientemente de su nivel de conocimiento en enología.
En este sentido, no es necesario ser un experto para apreciar los aromas, sabores y la complejidad de un buen caldo. De hecho, la exploración y la experimentación son parte del placer de descubrir nuevas variedades y estilos.
7. El vino caro siempre es mejor que el vino económico
El precio de un vino no es un indicador absoluto de su calidad, incluso, en nuestros lotes de Navidad con vino es posible encontrar botellas baratas con una calidad sobresaliente y con propiedades organolépticas exquisitas.
Debes saber que son muchos los factores influyen en el precio final, como la reputación de la bodega, los costes de producción y el marketing. Por ende, el valor y la calidad de un caldo no lo da su precio, sino que radica en su disfrute personal y en la experiencia que ofrece.
8. El vino blanco no contiene taninos
Aunque los taninos están más asociados con los vinos tintos, debes saber que a diferencia de lo que crees también están presentes en los vinos blancos, es que los taninos son compuestos fenólicos que provienen principalmente de las pieles y las semillas de la uva.
Lo que sí es cierto, es que los caldos blancos contienen estos componentes en menor concentración, debido a que durante su elaboración las pieles de las uvas no tienen tanto contacto con el caldo.
9. El vino tinto es el único vino saludable
Si bien se ha demostrado que el vino tinto contiene antioxidantes y otros compuestos beneficiosos para la salud, no es el único vino saludable. En este sentido, el vino blanco y otros tipos de caldos también pueden tener beneficios similares, siempre y cuando se consuman con moderación.
10. El vino debe servirse a temperatura ambiente
Te imaginas que haya más de 36°C de temperatura ambiente y que te sirvas una copa de vino a dicha temperatura, la verdad es que la experiencia no será tan agradable. Lo que demuestra que esto es un mito, ya que la temperatura ambiente puede variar considerablemente en función de la estación del año o región.
Incluso, en ciertas épocas o lugares muchas veces es demasiado cálida para servir el vino correctamente. En este sentido, lo que debes tener presente es que la temperatura ideal para servir vino varía según el tipo de uva y el estilo del caldo, pero generalmente se recomienda entre 14°C y 18°C.
Después de desmentir estos 10 mitos del vino, es evidente que la información precisa y basada en hechos es fundamental para comprender y apreciar verdaderamente esta apasionante bebida. Al deshacerte de las creencias erróneas, podrás disfrutarlo de manera más informada y deleitarte con todos los matices y placeres que ofrece.