La sidra achampanada es una bebida lujosa que evoca alegría y el espíritu festivo de la temporada navideña. Con su sabor exquisito y burbujeante se ha convertido en la opción predilecta para brindar durante las celebraciones.
Al punto que, cada año es uno de las bebidas más esperadas en las cestas de Navidad. De igual modo, una buena sidra espumosa, como también se le conoce, es el regalo perfecto para sorprender a alguien muy especial durante las fiestas.
A pesar de su popularidad, muchas personas no tienen muy claro qué es la sidra achampanada y si tiene o no las mismas características y propiedades organolépticas que el champagne. Por eso, que hemos decidido dedicar este artículo a dar respuesta a estas y otras interrogantes que se encuentran alrededor de este delicioso caldo.
¿Qué es la sidra achampanada y cuál es su origen?
La sidra achampanada es una variante de la sidra natural, es decir que es una bebida fermentada que se elabora a partir de zumo de manzana, solo que, a diferencia de la bebida tradicional, esta pasa por una segunda fermentación en botella que le otorga un efecto burbujeante, muy parecido al de las champañas y los cavas.
El origen de la sidra achampanada se remonta a regiones con tradición sidrera, como Asturias en España o el País Vasco Francés. La búsqueda de métodos para mejorar la calidad y la presentación de la sidra llevó al desarrollo de este tipo de bebida, que combina la riqueza de la sidra con la elegancia de las burbujas.
Tipos de sidra achampanada
En función de cómo se origina el efecto burbujeante dentro de las botellas, las sidras achampanadas se clasifican en dos tipos:
Sidras gasificadas
Al hablar de sidras gasificadas se hace referencia a aquellas sidras achampanadas cuyo dióxido de carbono contenido en la botella es agregado por los fabricantes a través de un proceso industrial denominado gasificación.
Esto se hace con la finalidad de otorgarle a la bebida la cantidad de burbujas justas. Las sidras gasificadas también llevan una corrección de azúcar y del grado de alcohol.
Sidras espumosas
Por su parte, las sidras espumosas son un tipo de sidra achampanada en las que el gas responsable de producir las burbujas es el resultado de la fermentación natural de los azúcares que forman parte de la bebida.
La elaboración de estas sidras es exhaustiva y cuidadosa, y para ello pueden emplearse dos métodos: Champanoise y Granvás.
En el primer caso, a las sidras naturales -que deben tener un grado alcohólico mayor a 6°- se les agrega levadura y se les modifica el azúcar para dar paso a la segunda fermentación en botella. En el segundo caso, se hace exactamente lo mismo, solo que, en lugar de hacer la fermentación en botella, se lleva a cabo en depósitos.
El Champanoise es el método más utilizado para la elaboración de sidras espumosas con Denominación de Origen, como las que puedes encontrar en nuestros lotes de Navidad con cavas, motivo por el que es una bebida de precio más elevado.
¿Por qué la sidra achampanada es una bebida navideña?
La verdadera pregunta sería ¿por qué la sidra achampanada no sería una bebida navideña? El motivo es que tiene todas las características necesarias para ser el caldo perfecto para las celebraciones más importantes y especiales.
En este sentido, su carácter festivo en conjunto con su exquisito sabor, su bajo grado de alcohol y su efervescencia hacen de esta sidra ideal para realizar brindis y para acompañar con diferentes platillos típicos de la Navidad.
Por otra parte, ¿quién puede resistirse a esta sidra tan exquisita? La verdad es que muy pocas personas, lo que significa que es una bebida versátil y apta para personas de diferentes edades que puede ayudarte a amenizar tus eventos y celebraciones de Navidad y de Fin de Año.
Sidra achampanada, ¿es lo mismo que champagne?
Si bien, tanto la sidra achampanada como el champagne son bebidas espumosas, la verdad es que no son iguales ni lo mismo. De hecho, existen diferencias significativas entre ellas. En primer lugar, la sidra es hecha a partir de manzanas, mientras que el champagne es elaborado a partir de uvas.
Por otro lado, la Denominación de Origen también es distinta, es que la sidra espumosa o achampanada es asturiana, mientras que el champagne es originario de la región francesa de Champagne.
Por último, las propiedades organolépticas de ambas bebidas también son distintas. Es que, aunque ambas tengan color amarillo pajizo y cierta transparencia, en cuanto a sabor y olor, la sidra achampanada es más afrutada y fresca que el champagne.
¿Cómo se toma la sidra achampanada?
La sidra achampanada se sirve generalmente fría, a una temperatura de entre 6°C y 8°C, para así resaltar sus características refrescantes y burbujeantes. Se sirve en copas tipo tulipa o en vasos altos y estrechos para conservar las burbujas y permitir apreciar su efervescencia.
Para abrir una botella de sidra achampanada, se recomienda realizarlo con cuidado, evitando agitarla en exceso para controlar la presión y evitar derrames. Al igual que con el champagne, es común hacer un ligero descorche para dejar escapar el exceso de gas antes de servir.
La sidra achampanada se ha convertido en una bebida emblemática de la Navidad gracias a su carácter festivo y su capacidad para maridar con alimentos típicos de la temporada. Si bien comparte algunas similitudes con el champagne, se distingue por sus ingredientes a base de manzanas y su perfil de sabor más afrutado, por lo que resulta una opción refrescante y festiva para brindar y disfrutar durante las celebraciones navideñas.